"Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
Toda rama que en mí no está llevando fruto, la quita; y toda rama que está llevando fruto, la limpia para que lleve más fruto.
Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
"Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como la rama no puede llevar fruto por sí sola, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.