Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y contemplamos su gloria, como la gloria del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan dio testimonio de él y proclamó diciendo: "Este es aquel de quien dije: El que viene después de mí ha llegado a ser antes de mí, porque era primero que yo."
Porque de su plenitud todos nosotros recibimos, y gracia sobre gracia.
La ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo.
A Dios nadie le ha visto jamás; el Dios único que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.