Entonces Dios dijo a Noé: "He decidido el final de toda carne, porque la tierra está llena de violencia por culpa de ellos. He aquí que los destruiré junto con la tierra.
Hazte un arca de madera de árbol conífero. Haz compartimentos al arca, y cúbrela con brea por dentro y por fuera.
Hazla de esta manera: de 300 codos de largo, 50 codos de ancho y 30 codos de alto.
Hazle una claraboya y termínala a un codo de la parte alta. La puerta del arca estará a uno de sus lados. Construye también un piso bajo, uno intermedio y uno superior.
Porque he aquí, yo voy a traer un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en la cual hay aliento de vida debajo del cielo. Todo lo que hay en la tierra morirá.
Pero estableceré mi pacto contigo. Entraréis en el arca tú, tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos contigo.
De todo ser viviente, de toda carne, meterás en el arca dos de cada especie, para que sobrevivan contigo. Serán macho y hembra:
de las aves según su especie; del ganado según su especie; de todo animal que se desplaza en la tierra, según su especie. Dos de cada especie vendrán a ti para sobrevivir.
Toma contigo toda clase de alimentos para comer, y almacénalos para que te sirvan de comida a ti y a ellos."
Y Noé hizo conforme a todo lo que Dios le mandó; así lo hizo.
Entonces Jehovah dijo a Noé: "Entra en el arca tú, y toda tu familia, porque he visto que tú eres justo delante de mí en esta generación.
De todo animal limpio toma contigo siete parejas, el macho y su hembra; pero de los animales que no son limpios sólo una pareja, el macho y su hembra.
De las aves del cielo toma también siete parejas, macho y hembra, para preservar la especie sobre la faz de la tierra.
Porque después de siete días yo haré llover sobre la tierra durante cuarenta días y cuarenta noches, y arrasaré de la faz de la tierra todo ser viviente que he hecho."
Y Noé hizo conforme a todo lo que Jehovah le mandó.