Y fueron abiertos los ojos de ambos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos. Entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron ceñidores.
Cuando oyeron la voz de Jehovah Dios que se paseaba en el jardín en el fresco del día, el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehovah Dios entre los árboles del jardín.
Pero Jehovah Dios llamó al hombre y le preguntó: —¿Dónde estás tú?
El respondió: —Oí tu voz en el jardín y tuve miedo, porque estaba desnudo. Por eso me escondí.
Le preguntó Dios: —¿Quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol del que te mandé que no comieses?
El hombre respondió: —La mujer que me diste por compañera, ella me dio del árbol, y yo comí.
Entonces Jehovah Dios dijo a la mujer: —¿Por qué has hecho esto? La mujer dijo: —La serpiente me engañó, y comí.
Entonces Jehovah Dios dijo a la serpiente: —Porque hiciste esto, serás maldita entre todos los animales domésticos y entre todos los animales del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre y comerás polvo todos los días de tu vida.
Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y su descendencia; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el talón.