Porque guardaste la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré a la hora de la prueba que ha de venir sobre todo el mundo habitado, para probar a los moradores de la tierra.
"Yo vengo pronto. Retén lo que tienes para que nadie tome tu corona.
Al que venza, yo le haré columna en el templo de mi Dios, y nunca jamás saldrá fuera. Y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios—la nueva Jerusalén que desciende del cielo, enviada por mi Dios— y mi nombre nuevo.
"El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.