Asimismo vosotros, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y revestíos todos de humildad unos para con otros, porque: Dios resiste a los soberbios pero da gracia a los humildes.
Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios para que él os exalte al debido tiempo.
Echad sobre él toda vuestra ansiedad, porque él tiene cuidado de vosotros.
Sed sobrios y velad. Vuestro adversario, el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quién devorar.
Resistid al tal, estando firmes en la fe, sabiendo que los mismos sufrimientos se van cumpliendo entre vuestros hermanos en todo el mundo.
Y cuando hayáis padecido por un poco de tiempo, el Dios de toda gracia, quien os ha llamado a su eterna gloria en Cristo Jesús, él mismo os restaurará, os afirmará, os fortalecerá y os establecerá.
A él sea el dominio por los siglos. Amén.
Os he escrito brevemente por medio de Silas, a quien considero un hermano fiel, para exhortar y testificar que ésta es la verdadera gracia de Dios. Estad firmes en ella.
Os saluda la iglesia que está en Babilonia, elegida juntamente con vosotros; también Marcos, mi hijo.
Saludaos unos a otros con un beso de amor. La paz sea con todos vosotros que estáis en Cristo.