Ahora bien, quiero haceros recordar, ya que todo lo habéis sabido, que el Señor, al librar al pueblo una vez de la tierra de Egipto, después destruyó a los que no creyeron.
También a los ángeles que no guardaron su primer estado sino que abandonaron su propia morada, los ha reservado bajo tinieblas en prisiones eternas para el juicio del gran día.
Asimismo, Sodoma, Gomorra y las ciudades vecinas, que de la misma manera fornicaron y fueron tras vicios contra lo natural, son puestas por ejemplo, sufriendo la pena del fuego eterno.
De la misma manera, también estos soñadores mancillan la carne, rechazan toda autoridad y maldicen las potestades superiores.
Pero ni aun el arcángel Miguel, cuando contendía disputando con el diablo sobre el cuerpo de Moisés, se atrevió a pronunciar un juicio de maldición contra él, sino que dijo: "El Señor te reprenda."
Pero éstos maldicen lo que no conocen; y en lo que por instinto comprenden, se corrompen como animales irracionales.
¡Ay de ellos! Porque han seguido el camino de Caín; por recompensa se lanzaron en el error de Balaam y perecieron en la insurrección de Coré.